NI IDEA
Anualmente, el sitio
Edge.Org cita gratuitamente a científicos y pensadores dedicados a cambios
hacia el futuro. Siempre el debate surge a través de responder una pregunta
iluminadora. Pero el desafío para este año fue que pensaran en pensar: “¿Que idea
nos ayudaría a pensar mejor?”.
En este taller en el que
participaron cientos de científicos y pensadores, surgieron múltiples
respuestas a partir de una única pregunta.
El común denominador de
este taller es la relación de la ciencia y del cerebro. A continuación se
citaran las diferentes opiniones de los expertos.
Federico Kuzko hizo
mención a la relación de los avances tecnológicos con los cambios mentales,
poniendo como ejemplo la relación de los experimentos científicos- conductas
mentales, es decir, desde la aparición del automóvil se fomentó la
independencia; con la creación de la imprenta, surgieron las líneas rectas y
los humanos comenzaron a ordenar sus
percepciones del mundo en un orden visual; con la utilización de la TV se
desarrollo el “pensamiento zapping” y con la llegada de la web, se enseña a
usuarios-adictos a reordenar sus flujos mentales en formas compatibles con el
ciberespacio, es decir, cada época contiene una caja de herramientas que le
permitirá al ser humano el desarrollo de un nuevo mapa mental.
Kevin Kelly hace hincapié en el fracaso incorporándolo a la vida
diaria y se pregunta: ¿El fracaso va de la mano del éxito o de una desgracia?
Actualmente, la sociedad considera que el fracaso y del éxito son dos polos
opuestos, se considera al fracaso como una debilidad o desgracia, en cambio,
Kevin Kelly, aporta que “fracasar es un camino hacia el éxito”.
Este tema repercute tanto en el ámbito familiar, escolar y social.
Cualquier persona que fracasa, se siente frustrada, la realidad indica que
fracasar es dar motivo a un nuevo cambio, a una reflexión, a un crecimiento y a un desarrollo mejor;
mentalmente indica un aspecto negativo pero científicamente indica romper cosas
complejas para algo mejor. Los humanos definen al fracaso como una decepción. En
cambio, los científicos definen al fracaso como un desarrollo.
Roger
Schank, un psicólogo y especialista en inteligencia artificial, indica que para
la mayoría de los científicos experimentar implica desarrollo, recaudación de
datos, aportes, crecimiento, etc. Es un desafío para ellos en sus vidas diarias
y en cada momento. En cambio, para el ser humano, es una situación aburrida,
sin suma de aportes ni enriquecimiento. El ser humano, a medida que evoluciona,
crece, deja atrás la acción de experimentar. Es un acto primordial en las
primeras etapas del desarrollo humano, venimos con poco bagaje informativo y
todo se va adquiriendo a través del ejercicio del experimento.
Roger sugiere que uno de los métodos para poder
solucionar la falta de la acción de experimentar. Se comience a implementar mas
asiduamente en las escuelas enseñando conceptos cognitivos básicos. Esto daría
lugar, a una gran modificación en la actividad cerebral humana.
Nicholas
Carr se basa en los lapsos o lagunas mentales. ¿Que indica esto? Esto
indica que el cerebro contiene un límite de capacidad de almacenamiento de
siete piezas en forma simultánea, en cambio, para muchos, esto es demasiado y
consideran que es suficiente con solo tres o cuatro elementos.
Cuando nuestra capacidad cognitiva excede la
capacidad de almacenamiento, nuestra memoria se siente saturada de información
y surgen ciertas distracciones. Cuando comprendamos la manera que funciona
nuestro cerebro, tendremos la capacidad de no sobrecargar la información y
obtener un buen estado físico-mental.
Samuel
Barondes visualiza al ser humano como igualdad pero a la vez distinto al mismo
tiempo. ¿Por qué? Porque si bien biológicamente somos concebidos de la misma
manera cada ser humano se diferencia por la capacidad mental y psicología. Como
dice Barondes - “Somos ordinarios y especiales al mismo tiempo”. Esto provoca
que, por ser iguales, desarrollamos: la compasión, humildad, fraternidad y
respeto; y, por ser únicos, estimulamos: el orgullo, autodesarrollo,
creatividad y logros. Aceptando esta dualidad del ser humano se enriquece
nuestra experiencia de vida.
Douglas Rushkoff comunica que la tecnología tiene sesgo y podríamos
empezar a utilizarlas conscientes y deliberadamente a la vez. Hace hincapié en
que somos incapaces de dominar la tecnología. Está en nosotros ser conscientes
en su uso y ser nosotros quienes la dominemos. Por ejemplo, el iPad, nos
impulsa a pagar por aplicaciones y a dejar de producir contenidos por nosotros
mismos.
Matt
Ridley destaca que las mentes brillantes no valen por sí mismas. Todas llegan a
través del concepto de grupo, la suma de varias mentes genera un gran concepto,
lo que se llama inteligencia colectiva. Es lo que se entiende por fenómenos de
redes, conjunto de personas, es decir, éxito humano igual a comunidad de redes.
La inteligencia individual no es suficiente por más sapiensa que tengas, la
sociedad humana crece, se desarrolla y evoluciona con inteligencias colectivas.
Clifford
Pickover resalta el pensamiento de William Osler: “En la ciencia, el
reconocimiento es para aquel que logra convencer al mundo, no para quien se le
ocurre una idea primero”. ¿Qué nos quiere decir con esto? Nos quiere decir
que el mundo aprecia la simultaneidad de los descubrimientos o “descubrimientos
caleidoscópicos”. Esto nos lleva a que dos personas o mas pueden llegar al mismo
descubrimiento al mismo tiempo en diferentes lugares y muchas veces lleva el
nombre de quien lo desarrolló y no quien lo descubrió.
Por
ultimo, Don Tapscott comunica sobre la “plasticidad” del cerebro y de su
desarrolló y nos recomienda: “Úsalo o perderlo”. Estudios recientes indican que
el cerebro es maleable y que cambia según la manera en que se lo utiliza, es
decir, que hay ciertas actividades que desarrollan diferentes partes del
cerebro, beneficiándola aún más que otras.
En las escuelas tendrían que desarrollar mas
ejercicios mentales, así, podríamos mejorar nuestras funciones cognitivas y
nuestra eficiencia cerebral a través de pequeños cambios en la vida cotidiana
para que cada uno de nosotros logre
convertirse en diseñador de su propia mente.
La información procesada
en este taller, se basó, como ya lo nombre en la relación “Cerebro-Ciencia”.
Cada aporte, tanto los tecnológicos como científicos, nos fueron mostrando el
desarrollo del cerebro desde remotos tiempos hasta la actualidad; y nos proponen
las conductas que deberíamos modificar para un mejor desarrollo mental y
físico. También nos demostró que la actitud del comportamiento social es, en ocasiones,
más importante que el individual: si bien el desarrollo de cada mente es
individual, la suma de pensamientos colectivos nos termina ayudando a nivel
personal.