martes, 19 de abril de 2011

Cuento

“A veces la mentira mata…”
(Ring—Ring)
—Yo atiendo, tía—  dijo Vera apurada— ¡Hola!
—Hola, Vera ¿Sabes quién soy? Tu tío Andrés, el que vive en África—  dijo el tío a Vera.
—Ah…sí... —respondió Vera— ¿Querés hablar con la tía? Porque ella no está. ¿Querés que le deje algún mensaje?
—No, es mejor hablar con vos. Te quería decir que, quizás, va mi papá para allá unos días, porque tiene ganas de visitarlas y además tiene una congestión tremenda y sólo tu tía tiene la solución.
—Ahh…bueno, está bien…perdón me tengo que ir, chau.
—Cha… (Tú— tú)
—Vera, ¿Quién era al teléfono? — preguntó la tía.
—Era el tío Andrés que estaba preocupado porque lo habían llamado de la policía diciéndole que su papá se había desmayado en frente a una temible pintura en la que se veía una mano asombrosa y sangrante. Esta pintura está en uno de los mejores museos al aire libre en África. Además, le dijeron que su papá había desaparecido mágicamente y no saben dónde está— cuenta Vera a su tía.
— ¡Qué espantoso! Y… ¿no te dijo nada más? — dijo la tía.
—Ah…sí, también me dijo el tío que le llegó una carta escrita por el papá diciéndole, con una letra que parecía escrita con sangre, que el diablo salió de la tierra y lo agarró, lo empujó sobre la maleza y lo mandó a buscar personas para que el diablo eligiera a una para reemplazarlo.
Su tía estaba muy asustada en la cocina por esta noticia, mientras Vera, en otra habitación cercana, se estaba riendo a carcajadas por esta mentira.
En un momento escucharon que se cerraba una puerta. Vera  gritó a la tía: —¡Cuidado! Acaba de entrar el papá del tío— entonces la tía asustada corrió al sótano de la casa con un objeto extraño… Al rato se escuchó un grito desde el sótano.
Vera, asustada, se arrimó al sótano y vio que su único pariente cercano se había suicidado.
A veces, la mentira aunque quiera ser inofensiva, mata…